Los desayunos han finalizado y es el momento perfecto para reorganizar y preparar las comidas. Los ingredientes para una caldereta de cordero son puestos al fuego, mientras en otra sala se apila ropa donada, especialmente de niño, y se ha de esperar para una ducha caliente. El Centro de Emergencia Social (CES) de la Asociación Punto Omega, situado en la calle E nº20 del Polígono Industrial Arroyomolinos de Móstoles ofrece alimentación, cuidados básicos de higiene y descanso. Se encuentra abierto los 365 días los año de 9 a 18 horas. Allí trabajan una trabajadora social, seis educadores sociales, una enfermera, tres cocineras, limpiadoras y un encargado de mantenimiento. Personal suficiente para un recinto pequeño que además cuenta con una unidad de trabajo de calle, pero que sin embargo, se encuentra desbordado ante la demanda existente. Tal y como nos cuenta Mariví Martín, Directora del CES Punto Omega, las expectativas de esta nueva labor del centro iniciada en enero eran muchas, algo que confirman los datos trimestrales en los que se puede comprobar como el número de lotes de alimentación que distribuyen aumenta exponencialmente superando las 30 familias atendidas y las comidas ofrecidas en el centro han pasado de las 900 iniciales a las más de 2000 actuales, tan sólo en dos meses desde su apertura.
Esta asociación no sólo está implicada en el ámbito de las adicciones, aunque como reconocen, “Punto Omega en Móstoles se asocia automáticamente a droga”; ya ha tenido que trasladar sus actividades abandonando la que era su sede en el centro del municipio por un rechazo similar entre los vecinos. Sacar la droga del centro de Móstoles fue una promesa electoral en 2011 y, un año después, el consistorio lo consiguió.
“Que se habían metido en uno de los trasteros es cierto. Eso lo sabemos nosotros que trabajamos con ellos y no son almas de la caridad, pero con trasladarlos no solucionas el problema” reconoce la directora del centro. Efectivamente según nos confirman los vecinos, el pasado mes de diciembre recibieron una carta en sus domicilios del barrio Móstoles Sur anunciando el cierre del centro situado en el polígono tras varias protestas y la recogida de más de 2000 firmas, aunque la verdadera causa del cese de actividad nocturna como centro de atención a drogodependientes se debía a la falta de medios económicos. “En realidad lo que hemos cambiado es nuestras actividades. Y es que es muy necesario. Aunque entiendo la oposición inicial, me gustaría decirles a los vecinos del PAU que muchas de las viviendas sociales que hay en el barrio son personas que acuden aquí. En general cuando hacen uso del centro les insistimos mucho en que respeten el entorno y a los vecinos pues es perjudicial para nosotros pero principalmente para ellos y eso lo entienden”, matiza Mariví Martín.
Mariví recibe a todo aquel que quiera conocer su actividad. “No voy a hacer una jornada de puertas abiertas con el jaleo que yo tengo aquí, pero sí me gustaría invitar a que la gente que tenga dudas venga, las puertas no están cerradas, y pueda informarse porque realmente estamos en su barrio. Aunque el problema no son las drogas, es que no les gusta la pobreza y la marginalidad”. Esta mujer, dedicada al ámbito de la drogadicción desde hace dos décadas, habla con mucha naturalidad y cercanía sobre este nuevo reto “es durísimo conocer estas historias, es tremendo ver niños con hambre. Yo me he pasado estos tres meses prefiriendo a los drogodependientes que como poco son adultos. Nunca antes habíamos tenido ropa de niño aquí y ahora tenemos hasta pinturas y juegos para cuando vienen.”
“Drogodependencia no, pero ¿qué hacemos con nuestra gente que llevamos trabajando años con ellos? Pues aquí tratamos a los que ya están bien, muy bien, ahora no entran aquí con consumo de drogas. Para la gente así si estamos ahora, para la gente sin techo también y luego están las familias, todo este tocho son familias.” Se esmera en aclarar Mariví mientras dos grandes archivadores ocupan parte de la mesa. “Hay familias que nos vienen derivadas de Servicios Sociales para tema de aseo e higiene. A nadie se le ocurre que necesites un champú. Y hay familias que como no tienen luz lo que vienen es a poner unas lavadoras”.
Se trata de un programa con tres líneas de actuación. Por un lado trabaja como centro de acogida para individuos adultos principalmente, por otro como centro donde se reparten lotes de alimentos, higiene y limpieza a familias con menores de forma prioritaria; y por último, como unidad de calle. “Vimos que nadie da carne ni pescado por temas de sanidad. Encontramos la solución mediante un convenio con un carnicero y establecemos que sea un gasto de 10 euros por adulto y 5 euros por menor. El carnicero sabe cuánto se pueden gastar y tiene su listado. Es poco pero ellos van allí y compran, antes no tenían nada. Próximamente queremos hacerlo con el pescado.”
La unidad de calle que se encarga de atender precisamente a esos drogodependientes sin techo, se les lleva algo de comida, de limpieza y sobre todo atención para tener a esas personas controladas y tener vínculo con ellos. También suponen la primera toma de contacto con aquellos que no conozcan el centro “Hace un par de semanas ya entramos en Guadarrama con una zona chabolista grandísima en la que hay todo tipo de nacionalidades, muchos marroquíes pero también muchos españoles y se han vuelto muy desconfiados por la amenaza de desalojo. Allí lo que estamos haciendo es atender a la infancia y dar meriendas.”
Punto Omega además desarrolla otras actividades que no olvidan la problemática social derivada de las drogodependencias y las nuevas amenazas existentes. Es por ello, que cuenta con un Centro de Tratamiento de Drogodependientes en estancia prolongada situado en Aluche; un Servicio de Prevención de Adicciones a las Nuevas Tecnologías (SPANT), que se mueve por los centros escolares de Móstoles repartiendo información al respecto; un programa de atención a drogodependientes dentro del Centro Penitenciario Madrid IV de Navalcarnero y un programa de formación profesional también en instituciones penitenciarias. Pero su labor va más allá, el objetivo es intervenir con aquellas personas que presentan un alto grado de vulnerabilidad, entre otras, personas sin prestaciones ni subsidios, en situación de desahucio o incluso ocupación de viviendas, y que generalmente tienen hijos a su cargo. Se trata de cubrir sus necesidades básicas pero aportando también soluciones “asistencialismo cero porque mañana se acaba este programa y ¿qué hacemos? Lo que exigimos es que también cumplan unos requisitos, los derivamos automáticamente a formación. Se trata de trabajar con ellos, aunque en esto también estamos desbordados por el volumen de gente.” Y es que desde el Centro Salvador Gaviota que también gestionan se promueven acciones formativas y orientativas destinadas a la inserción socio laboral de los individuos pertenecientes a los colectivos con los que trabajan.
Actualmente se trata de un Programa que está financiado por el Ministerio de Asuntos Sociales con cargo a la asignación tributaria del IRPF, con fondos provenientes de las declaraciones de la renta que los contribuyentes destinan a ‘Otros fines de interés social y lo gestiona la Unión Nacional de Asociaciones de Drogodependientes (UNAD), la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión (EAPN) y la Asociación de Entidades de Intervención Social de Madrid (AEIS) entre otros. “A veces se nos olvida que se puede hacer con ese dinero y es mucho, nosotros al menos estamos sacando partido de ello para ayudar a muchas familias”, reitera la directora del centro. “Muchas son las necesidades pues el dinero para personal es en lo que más escatimamos, es preferible destinarlo a lo primordial. Por ello nos faltan servicios profesionales como un psicólogo que vendría fenomenal y todo eso lo queremos hacer mediante voluntariado, pero es complicado. “
Si quieres colaborar a través del programa de voluntariado en Punto Omega puedes ponerte en contacto con la asociación por medio de Teresa, los jueves y viernes de 12 a 15 horas en el 91 613 23 36 (Ext 27). http://www.puntomega.es/
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Esta sección pretende analizar y desarrollar aquellos asuntos que preocupan al ciudadano, mostrando, si es posible, ambas partes y versiones si se tratara de un conflicto; o en su caso ejerciendo la labor periodística de informar acerca de un determinado asunto. Durante el mes de abril el buzón de Cercanos Móstoles permaneció abierto para las contribuciones o posibles quejas de los vecinos. De eso modo nos llegó esta comunicación. Queremos aprovechar este espacio para darle las gracias a Lucía por inaugurar nuestro buzón del vecino.Buenos días, muchas gracias por darnos la oportunidad de poder expresarnos a través de vosotros, yo soy una vecina del PAU-4, de la calle Unicornio, ya a final del PAU, decir lo primero que nuestra zona, la que queda ya pasando el metro de Manuela Malasaña, nos tienen bastante abandonados, es una zona sucia y bastante dejada.
El principal problema es el Punto Omega, nos lo pusieron “a traición” en verano del 2013, cuando la mayoría estábamos de vacaciones como para que no nos diéramos cuenta. En un principio se dijo que lo iban a poner en el polígono de las Nieves, pero cambiaron de opinión y lo pusieron en las instalaciones de protección civil. Nosotros nos quejamos porque empezó a haber mucha inseguridad en el barrio, hubo atracos, en concreto en mi urbanización una vecina un día se encontró a dos toxicómanos en el garaje, por lo visto habían colocado un colchón en nuestro cuarto de calderas y se habían instalado allí. Otro día tuvimos que llamar a los bomberos porque quemaron una papelera, hacían sus necesidades en la calle etc.... Por la mañanas yo que cojo el autobús para ir a trabajar a Madrid, la parada estaba llena de toxicómanos y la verdad se pasa miedo.
A lo largo de este invierno hemos tenido varias reuniones, recogimos dos mil y pico firmas que se presentaron al Ayuntamiento. En diciembre nos llegó una carta al domicilio de los vecinos del PAU diciéndonos que lo iban a quitar. Y en principio parecía que había cumplido con lo que nos dijeron, pero nos hemos dado cuenta de que nos han mentido, siguen funcionando igual aquí os dejo el link en la página del ayuntamiento para que lo veais, bueno que se siguen viendo en la parada que somos varios los testigos.
Muchísimas gracias, me gustaría que hablarais obre este tema porque para nosotros es muy importante.
LUCÍA (Vecina PAU 4 de Móstoles)